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Foto del escritorMaialen Muniozguren

Ciencia y Educación

Para Neil de Grasse, la función de la divulgación científica más necesaria hoy en día es despertar esa curiosidad acerca de la ciencia, junto con que esta sea valorada por la gente como pieza clave en el progreso de la civilización. Pero, para conseguir esto, dice que debemos estar entrenados para “pensar”, saber procesar la información externa y utilizarla con prudencia. Coincido con Grasse, pienso que la educación debería entrenar a los alumnos a pensar; existe muchísima información disponible en la red de donde podemos extraer información, lo complicado es saber qué montón escoger y cómo analizarla, procesarla.


En la educación formal o tradicional, no se suele entrenar a pensar ni ser activo en el proceso de aprendizaje…es decir, no se practica el “aprender a aprender”; al contrario, se basa en transmitir información, como si los alumnos fueran unos papeles en blanco que hay que ir rellenando hasta que llegan a la universidad. Sin embargo, como dice Jimmy Wallet, la educación debería trasmitir el mensaje de que el aprendizaje es algo que se construye por cada uno de nosotros, proceso que tiene lugar durante toda la vida.


En la actualidad, la educación no formal, despierta más interés que la educación formal. Ocupa un gran lugar en las personas y una de las razones es que, tiene un medio de difusión enorme llamado internet; ejemplo de ello es que cuando tenemos curiosidad sobre algo que hayamos visto, oído o simplemente queramos conocer, podemos entrar en “google” y descubrirlo. Sin embargo, también conlleva un peligro: no ser suficientemente capaz de distinguir si la información recibida es certera o no, si está manipulada o no…etc. en definitiva, si no tenemos las habilidades para practicar el análisis crítico, no podremos generar conocimiento de calidad a pesar de tener la ventaja de ser parte de una red comunitaria tan grande como internet.


El análisis crítico y el aprender a aprender no se enseñan en los institutos. No obstante, deberían ser primordiales para que podamos sacar provecho de la educación no formal (que es muy amplia y variada). De esta manera, se cumpliría lo que Neil de Grasse manifiesta: la sabiduría ponderaría a la gente y por tanto progresaríamos como civilización.



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