Para mí, la inteligencia artificial (IA) es la inteligencia humana trasladada a las máquinas,sobre todo a los sistemas informáticos. Nuestros parecidos son evidentes: nos parecemos en la capacidad de aprender, razonar y autocorregirnos; estos se basan en la recogida, la selección y el uso de los datos, siguiendo unas reglas concretas. Entonces, hemos podido trasladar nuestra forma de pensar a las máquinas, cosa que ellas cada vez lo hacen más rápido que nosotros, este es un aspecto en el que nos cogen carrerilla; pero, pueden no estar preparados para los imprevistos, a los cambios, y a la improvisación, los cuales sí tenemos los humanos.
Por tanto, la IA es una versión mejorada de la inteligencia humana en muchos aspectos, pero, es inferior en otros tantos. Por ejemplo, la emoción y el sentido común son característicos a la raza humana y no se han podido trasladar a las máquinas (todavía). Otra desventaja con respecto a los humanos es que las máquinas inteligentes emplean algoritmos para una función en concreto (de momento) mientras que nosotros examinamos todo el conjunto para sacar nuestras conclusiones, con ese plus de capacidad de improvisación que tenemos.
Preguntándonos si la IA es ciencia... se debe decir que la definición de ciencia es el estudio de los fenómenos naturales mediante la observación y la experimentación a partir de la formulación de unos hipótesis, concluyendo en teorías y leyes, todo esto empleando el conocimiento previo y la tecnología adecuada. Esta última, la tecnología, principalmente, es la metodología para resolver nuestros problemas. La ciencia puede actuar con dos fines distintos: por un lado, generar conocimiento por el mero hecho de sucumbir nuestra curiosidad y por el otro lado, para poder aplicarlo a facilitarnos la vida, objetivo principal de la tecnología. Dicho esto, considero que la inteligencia artificial podría ser tanto tecnología como ciencia porque practica las dos, con el fin de facilitarnos la vida (no siempre)... Las ciencias que toma la IA como partida serían la neurociencia, la medicina, la informática...etc. para practicar, experimentar con ellas y aplicarlas, creando un cerebro no humano en distintos ámbitos, según cuál sea su objetivo.
La verdad es que la razón de que existan carencias en las máquinas puede ser que ni nosotros mismos entendemos cómo funciona nuestro cerebro en su totalidad; conocemos nuestros comportamientos pero muchas veces no conocemos los mecanismos cerebrales para llevarlos a cabo. Por ello, el avance científico es esencial, junto con el tecnológico, que no pueden vivir uno sin el otro.
La inteligencia artificial es relativamente nueva (siglo XX), pero ha tenido un auge notable hasta nuestros días, a medida que el método científico ha avanzado. Los ordenadores y los móviles son ejemplo de la gran evolución que ha tenido la ciencia de los datos y de la inteligencia artificial.
En cuanto al objetivo de los sistemas informáticos inteligentes creo que debería ser el de ayudar a los humanos. Creo que su función debe ser exclusivamente el de ser nuestros aparatos complementarios, extensiones de las personas, facilitarnos la vida, ayudarnos y entretenernos. Pero, ¿dónde está el límite? Facilitarnos la vida puede llevarnos a la vagancia, a la falta de pensamiento por nosotros mismos...al final, si no nos ponemos límites, podríamos dejar de ejercitar nuestro cerebro para que lo ejercite otro no humano, lo contrario de evolución. Además, cada vez es más obvio que usan nuestros datos (en el móvil, ordenador...etc.) para fines económicos y que conociendo lo que intercambiamos, las compañías móviles y las aplicaciones del móvil pueden conocer nuestros gustos, ideología... y así ajustar los datos que nos llegan a nuestro móvil u ordenador, en fín, nos manipulan con la falsa sensación de que escogemos lo que queremos consumir en internet. Otro riesgo es que la interacción entre personas se está trasladando a los móviles y a las redes sociales, que generan individualismo en las personas.
No tengo tanto miedo de que los robots nos superen en inteligencia y nos dominen...al fin y al cabo, notros somos los que los diseñamos y estamos detrás de ellos controlando cada movimiento (siempre y cuando no se implanten cerebros en los robots o conozcamos más nuestros propios cerebros y diseñemos así cerebros "humanos"...ahí cambaría la cosa). Tengo más miedo de que estemos perdiendo lo que nos hace humanos... A medida que avanza la IA, creo que deberíamos cuidar esa interacción primitiva, esa relación que no necesita de tecnologías informáticas y que debe primar. Tenemos que darnos cuenta de que la inteligencia artificial es un arma poderosa y de doble filo. ¿Facilitarnos la vida? Sí, nos ayuda en el ámbito de la medicina, tecnología móvil, entretenimiento...etc. pero, los límites son necesarios ya que puede emplearse para sacar beneficio a las personas (mediante el espionaje con objetivos económicos o políticos), llegar a la antisocialización, al olvido de los comportamientos humanos....
Somos cada uno de nosotros los que tenemos el poder de controlarlo, emplearlo con sentido común y empatía, sin perder la emoción real, somos humanos...
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