Sabemos que existen muchas clases de energía (energía química, solar, eólica, térmica, hidráulica, nuclear, fósil…etc.) y que energía es “eso” que se acumula y se transmite, “eso” capaz de generar cambios en la masa (en forma de movimiento, luz , calor…etc.). También sabemos que la energía es esencial para todo ser viviente de la Tierra. Para que nuestro cuerpo funcione, nuestras células gastan la energía química de los enlaces de los nutrientes. Sin embargo, para los humanos, no solo ese tipo de energía es esencial a día de hoy; también lo son la energía eléctrica y la mecánica.
Obtenemos energía de la naturaleza, la cual nos permite llevar el día a día de una manera más cómoda. Acudimos a distintas fuentes para transformar su energía en electricidad y mecánica (coches, aviones…etc.). Y estas fuentes se suelen dividir en dos tipos: las energías no renovables y las renovables, que como su propio nombre indican, las primeras se agotan y las segundas no tienen límite en el tiempo. Es importante analizar el papel que tienen ambas fuentes hoy en día, ya que, por un lado, las fuentes de energía no renovables, es decir, los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), se están agotando y por otro lado, la quema de estas contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera (duplica a emisión natural), haciendo que la temperatura de la Tierra aumente de una manera anormal y contribuya en gran medida a la crisis climática a la que nos estamos enfrentando.
Mundialmente, el uso de las fuentes de energías agotables, en 2018 fueron el 84,7% frente al 15,3% de las energías renovables, que son la radiación solar, viento, mareas, geotermia…etc. Pero, se prevé que en 40- 50 años no habrá más petróleo para sustraer, en 60-80 años no habrá gas y el carbón, seguirá existiendo por unos 200 años. Se agotarán sí, es un problema, pero que tiene solución; lo que no tiene solución es la irreversibilidad del cambio climático y sus consecuencias graves si la temperatura aumenta 2ºC respecto al nivel preindustrial.
El problema es conocido por todos pero parece que para muchos no estamos viviendo una crisis y que la economía prima en la salud del planeta. El principal productor de los gases de efecto invernadero es la producción de energía de las fábricas. En España, las energías renovables suponen cerca del 40% de la generación eléctrica. En Alemania, el 65%.
Desde pequeños hemos aprendido que las energías renovables son todo ventajas ante las no renovables, pero, pasan los años y no son las que predominan… Aunque, como nos indican los porcentajes haya aumentado el uso de ellas, se cree que es posible llegar al 100% .Los más pesimistas dicen que no son rentables económicamente. Es cierto que la energía solar y la eólica dependen de si hay sol o viento, y que por tanto, podrían gastar más energía de la que generan; pero, los expertos en energía han seleccionado ubicaciones clave y también los han combinado con otras energías como la nuclear. Siempre hay una alternativa, si es que hay interés.
Por eso, hay que apostar por las renovables y parece que poco a poco lo hacen las empresas energéticas, las que más emisiones generan. No basta con disminuir la actividad de estas fábricas basadas en energías no renovables; es preciso que nos basemos, principalmente, en las energías renovables, las cuales no generan apenas gases de efecto invernadero y además no se agotan.
No obstante, los gobiernos son los últimos responsables, los que tienen la sartén por el mango para decidir el modelo energético de su país. Y no hay que pasarse a la energía renovable solo por el hecho de que los combustibles fósiles se vayan a agotar, sino por el cambio climático que estamos experimentando; y es por eso, que las medidas deben estar pensadas en el planeta y no tanto en la economía, que es lo que parece que están haciendo. En el acuerdo de París, en 2015, acordaron que se intentaría que las emisiones no superen los 2ºC. Pero, aún consiguiendo, no servirá para frenar el colapso de los ecosistemas, según la IPCC. Por eso, pasarse a las renovables es una necesidad ahora mismo.
Mi percepción es que los más jóvenes estamos concienciados acerca del cambio climático desde pequeños, muchos actuamos utilizando los consejos energéticos para disminuir la energía en nuestro día a día; pero también se que esto no parará el cambio climático. Somos conscientes de que las decisiones de los gobiernos ahora son clave para nuestro futuro y el de la Tierra. Podemos manifestarnos, concienciar a más gente, pero me parece muy difícil cambiar la mente materialista de la mayoría de los gobiernos.
El uso de las fuentes de energía debería ser decisión de gente que sabe del tema (ingenieros, físicos, técnicos de medio ambiente...etc.), que está estudiando y creando proyectos relacionados con las energía renovables. Por ejemplo, el uso del hidrógeno como fuente de energía (quemando el hidrógeno) se puede utilizar suministrándolo a los conductos que ahora son de gas, pero que en el futuro se podría sustituir totalmente.
Pasarnos de golpe a la energía renovable es inviable, por eso se le llama la transición energética al paso de las agotables a las renovable. Pero, las energías limpias necesitas más impulso y las agotables, más restricciones, y esto solo se puede hacer por parte de los gobiernos. Seremos capaces de aprovechar al máximo las energías inagotables, pero la cuestión es cuándo.
Capítulo1 y 2 del libro Energía sostenible: sin malos humos. https://es-sinmaloshumos.com/
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