Tanto el conocimiento como la escritura son producto de la cultura. Además, la historia de la escritura es inseparable de la historia del conocimiento. Dicho esto, veamos, brevemente, la relevancia que tiene la historia de la escritura para la epistemología (el estudio del conocimiento).
La aparición de la escritura fue tan importante para la humanidad que marcó la fecha en el que se dejó atrás la “Prehistoria” y se dio comienzo a la “Historia”. Del mismo modo, marcó el paso de lo que antes fuera conocimiento y en lo que después se convirtió:
Antes de que existiera la escritura, los conocimientos de los humanos eran totalmente distintos; se basaban, principalmente, en los hechos naturales más inmediatos percibidos por los sentidos: fenómenos meteorológicos, la topografía del entorno, las distintas estaciones con sus respectivas características…etc. Éstos se producían entre el sujeto y el entorno y servían para sobrevivir. Y con el comienzo de la Historia- de la mano de la escritura-, los conocimientos pasaron también a ser colectivos. Precisamente, la escritura se convirtió en tecnología para transmitir información. La escritura hizo que los contenidos de las tradiciones pasaran a ser parte integrante de la experiencia del mundo individual y colectivo de las culturas.
También cabe mencionar que la escritura no es una interpretación directa del mundo, sino una serie de representaciones del mundo que hacemos mediante el lenguaje natural, que a su vez, es una representación mental. Por tanto, la escritura es un objeto de cognición.
La escritura y la epistemología están estrechamente ligadas.
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