El imperio francés llegó a expandirse 300.000 km², sobre todo por Europa y América. Su emperador Napoleón Bonaparte es conocido por haber sido un excelente estratega ya conquistaba allá donde iba. No obstante, en 1812 las tropas francesas enviadas a Vilna con el objetivo de conquistar Rusia, fueron derrotadas de una forma devastadora. De los 600.000 soldados que fueron enviados, solo 30.000 sobrevivieron. Pero la derrota no se le ha atribuido a los soldados rusos, sino a un tipo de seres vivos del tamaño microscópico a los que comúnmente llamamos microbios.
Las condiciones de frío, hambre, falta de higiene, hacinamiento…etc. que había en Vilna proporcionaron el escenario ideal para la propagación de ciertas enfermedades infecciosas. Atraídos por la suciedad, fueron los piojos los culpables de la transmisión de la enfermedad entre los soldados. Los franceses tenían tremendos picores causados por estos animales y al rascarse el cuerpo y provocarse heridas, introdujeron sus heces en la torrente sanguínea, heces que contenían distintas bacterias causantes de la fiebre de las trincheras y el tifus exantemático.
En el caso del tifus, enfermedad que se caracteriza por fiebre alta, escalofríos, cefalea y exantema, es producida por distintas especies de la bacteria del género Rickettsia y se propaga por las picaduras de piojos, pulgas, ácaros y garrapatas. Entre los soldados franceses, como dicho, el tifus fue propagado por los piojos del cuerpo humano (Pediculus humanus corporis). Esta enfermedad se conoce como “el tifus exantemático epidémico” o enfermedad “del piojo verde”, y en este caso es provocada por la especie Rickettsia prowazekii.
La bacteria Rickettsia prowzekii
El significado del nombre de “la enfermedad del piojo verde” no está claro ya que el piojo de la cabeza no es verde; una teoría dice que en aquellos años estaba de moda una canción llamada “Ojos verdes” en la que la protagonista era una prostituta y la que la Iglesia católica calificaba como malvada y bicho"verde".Lo que sí sabemos, a partir de la investigación del ADN de los dientes de los soldados y los piojos encontrados en fosas comunes de la zona, es que esta enfermedad, junto con la fiebre de las trincheras, provocó una epidemia y la muerte a la inmensa mayoría. Y lo que no sabían los franceses era que la higiene es esencial para prevenir numerosas enfermedades infecciosas.
Algo tan pequeño que ni siquiera vemos a simple vista puede provocar más muertes que las armas humanas...
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