Diría que esta afirmación es falsa. Pero, primero de todo, ¿a qué nos referimos con “acción a distancia”?
En física, se define la acción a distancia como el concepto de que un objeto pueda moverse, cambiarse o verse afectado de otra manera sin ser tocado físicamente por el otro objeto. Es decir, la interacción no local entre objetos que están separados en el espacio.
Empecemos con la física de lo grande. Si nos hiciéramos la misma pregunta en la época de Newton, responderíamos que sí existe una acción a distancia. Todos conocemos la ley de la gravitación universal de Newton: dos objetos se atraen mutuamente con una fuerza proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos por el hecho de tener masa. Con esta ley, el mero hecho de que dos objetos, estén donde estén, ejerzan una acción mutua sin tener que tocarse da la razón a la afirmación. Pero, se desconocía la naturaleza de esa fuerza “mágica”. Ahora, en el contexto post-Einstein, ¿sigue ocurriendo acción a distancia?
Albert Einstein revolucionó el mundo con sus aportaciones. Una de ellas es el nuevo concepto de gravedad: es un efecto geométrico producido por los objetos con masa cuando deforman su entorno más “próximo” de la lona del espacio-tiempo, haciendo que cualquier partícula (hasta la luz) puesta en alguna de estas zonas, sufra un efecto acelerador hacia el objeto con mayor masa. Entonces, ¿existe alguna acción a distancia?
Sí lo creo, ya que la partícula más pequeña se ve atraída hacia la más grande. Por ejemplo, el Sol atrae los planetas, aunque no se ven engullidos por él ya que tienen una velocidad constante en línea recta (efecto de la explosión del Big-Bang) que se equilibra con la fuerza de la gravedad.
Es verdad que la acción a distancia puede no ser instantánea. Cuando el cuerpo atrae al otro cuerpo, ni siquiera este se enteran de que está afectando a otro, o si es este el que está siendo afectado por otro. La razón es que ninguna información viaja más rápido que la luz en el vacío.
Vayamos ahora a la física de lo pequeño, la Mecánica Cuántica. Este es un ejemplo para entender el entrelazamiento cuántico: tenemos dos partículas análogas, por ejemplo, dos electrones del mismo orbital. Los electrones (en general, las partículas subatómicas) están en superposición cuántica y cuando se mide su función de onda, este colapsa a un único de sus estados aleatoriamente. Si hacemos lo mismo con el otro electrón, es decir, lo medimos, este colapsa en el estado opuesto. Y está demostrado que el entrelazamiento cuántico es una realidad. De momento, el récord de la distancia entre dos partículas entrelazadas cuánticamente es de 1200 Km.
Pero, al igual que en el caso anterior, ¿qué ocurre cuando metemos el concepto de tiempo? Si las dos partículas están a distancias muy grandes (años luz), el efecto de lo que ocurre en un lugar no llega al otro de manera instantánea. Si midiésemos el estado de un fotón, seguro que habría otro fotón que, al medirlo estaría en el estado opuesto… Lo que ocurre es que no nos daríamos cuenta, el tiempo alejaría las dos mediciones.
Es verdad que en la acción a distancia no hay transmisión instantánea de información pero sí que pienso que el estado de uno afecta al del otro. A pesar de que estén lejos en el tiempo, la causa de uno afectará al otro, aunque esto no sea instantáneo.
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