En Asia, África y América Latina comer insectos es algo normal. En la Unión Europea, hasta hace poco la comercialización de los insectos para el consumo humano estaba prohibido pero, desde que entró en vigor el Reglamento Europeo 2015/2283 relativo a los nuevos alimentos, son legales, siempre y cuando las empresas soliciten la autorización a la UE para que un insecto sea admitido como nuevo alimento y lo autoricen.
Que los insectos se puedan comer o que sean parte de harinas, salsas o sopas será una realidad en un futuro cercano. Esta es una buena noticia puesto que son buenas fuentes de energía y proteínas, ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados y ricos en minerales y vitaminas.
En España son pocas las empresas que producen productos de insectos. Una de ellas, Insekt Label Biotech, produce productos Insect Fit, que se venden a través de mensajería online, barritas energéticas elaboradas a base de harina de grillo. Por ejemplo, en su catálogo podemos visualizar el siguiente producto:
Es una barrita de proteínas de 30 gramos hecha con harina de grillo, frutos secos y cacao. En 34% es proteína. En sus ingredientes pone que contiene 15 grillos.
En cuanto a su tabla nutricional:
Visto esto, se puede decir que se equipara a una barrita típica, solo que lleva 15 grillos. Los valores nutricionales son similares y los ingredientes también. Su precio es de 2.50€.
En Carrefour también se venden snacks de insectos como gusanos, grillos, saltamontes y escarabajos, de la mano de una empresa francesa llamada Jimini´s. Por ejemplo, el siguiente snack, gusanos de harina sazonados con tomillo y orégano:
Este snack cuesta 6,90 € y contiene 18 gramos . Sus ingredientes son los siguientes:
Gusanos de harina deshidratados enteros (Tenebrio molitor), sazonadores (sal, aromas herbares 20% (orégano 10.5%, especias (pimienta, paprika), ajo, cebolla, sabores naturales), estabilizadores (acacia).
En cuanto a la tabla nutricional:
Se puede apreciar que contiene valores altos de fibra y de proteína, que en este caso es de gusanos, poco azúcar y grasa...Y que da mucha energía.
Estos dos ejemplos nos indican que comer insectos puede ser saludable. Que en un país o territorio no se coman ciertos alimentos es una consecuencia sociocultural. ¿A quién no le daría apuro comerse un gusano entero, aunque esté deshidratado y contenga especias? En los países asiáticos ni se lo plantearían.
Pero, debemos abrir la mente a los nuevos alimentos, los cuales son perfectamente comestibles y saludables como el resto de la carne de animales que contiene proteínas. En el futuro habrá escasez de animales de los que estamos acostumbrados a comer debido, en gran parte, al crecimiento de la población y al consumo masivo. Así pues, la producción de insectos, que necesitan menos terreno y agua, genera menos amonio y emisiones de metano, además de que convierten más fácilmente los alimentos en proteína (los grillos necesitan dos veces menos alimento que las vacas y la mitad que los cerdos para obtener la misma cantidad de proteína) y por ello, abrirle la puerta es una buena idea.
Por mi parte, no me importaría probar una barrita o un snack de insecto. Sé que al principio me dará un poco de apuro, pero todo es probar y decidir si me gusta o no.
Productos de las fotos:
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