La actividad volcánica no suele ser consecuencia de un terremoto y aunque el vulcanismo puede producir terremotos, no es siempre así. Normalmente, ambas ocurren independientemente una de la otra. Es verdad que la mayoría de los volcanes y terremotos ocurren en las zonas próximas de los límites entre las placas tectónicas y pueden ocurrir contemporáneamente. Pero un fenómeno no provoca el otro, aunque sí que son consecuencia de lo mismo: las convecciones del manto y el movimiento de las placas.
Los geofísicos y vulcanólogos llevan años estudiando si los terremotos pueden provocar actividad volcánica, pero no han logrado comprender si es posible esta conexión. Una erupción volcánica, en cambio, sí puede desencadenar seísmos muy fuertes si es del tipo explosiva, pero no siempre es así.
Además, los terremotos no siempre se dan en los límites de placas y tampoco el vulcanismo. En cuanto a los terremotos, pueden ser causados por largas fallas que se desplazan, impactos de meteoritos…etc y estos no tienen porqué encontrarse en los límites. El vulcanismo, puede ocurrir en zonas donde sube el magma por anomalías en el manto. Por ejemplo, las islas de Hawaii no están en ningún límite, son consecuencia de una pluma mantélica. Otro ejemplo son las Azores; estas islas portuguesas se encuentran en la mitad del Atlántico, justo entre el límite de tres placas y aunque uno pueda pensar que son consecuencia de la apertura del Océano, no lo son, son independientes.
Pero hasta ahora hemos planteado la situación en el planeta que conocemos. ¿Sucedería lo mismo en Marte? Se sabe que en ese planeta no existen placas tectónicas, aunque haya habido vulcanismo reciente, geológicamente hablando. Se han detectado terremotos y se ha descartado que fueran causados por meteoritos. Todavía no se sabe si ambos fenómenos están interrelacionados. Si seguimos la lógica de la Tierra, la afirmación es falsa, pero como no conocemos las causas de ambos fenómenos en Marte, tampoco podemos descartar la afirmación del título. Quizás uno sea el causante del otro y no lo sepamos todavía.
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